Nuestro plan es simple: conducir a Husavik, subirnos a un barco y cruzar los dedos para que las ballenas se dejen ver.
Conducimos. Al principio la carretera esta asfaltada pero después se convierte en una carretera de graba. Son muchos kilómetros.
Poco antes de llegar a Husavik divisamos el mar que se se adentra el valle. Es el fiordo de Husavik. Diana duerme y descansa casi todo el trayecto.
Buscamos un barco que nos pueda llevar a ver las ballenas y una vez conseguidos los pasajes, nos quedamos en el puerto observando los pesqueros a la espera de poder zarpar.
Nuestro barco se llama Sylvia. Una hora mas tarde zarpa con la familia al completo bien situados en la proa. Diana bien plantada en su carrito se duerme con el suave vaivén de la olas. Sorana está un poco asustada por si le da por vomitar pero parece que por el momento todo va bien.
El día es soleado pero el aire es muy frío en estas latitudes a escasos kilómetros del circulo polar ártico. Suerte que vamos bien vestidos. Polares, corta vientos, guantes, gorro y gafas protegen cada centímetro de la piel.
La duda se instala en nuestros pensamientos mientras el frió empieza a calar en algunos pasajeros, Sorana incluida. Tres horas de espera en mitad de un fiordo islandés a la merced del frío y las olas pueden fácilmente llevar al aburrimiento a pesar de que el paisaje es muy bonito.
De repente ... ¡ ballena a la vista !.
Parece que juega con nosotros. Unas veces a babor otras a estribor nos muestra la cabeza y el lomo. Oímos su respiración y vemos el chorro de agua y vapor que se escapa de sus orificios nasales de la espalda. ¡ Alucinamos ! ¡ A veces está solo a unos 5 o 6 metros solamente !
Finalmente, después de jugar con nosotros un buen rato se sumerge profundamente enseñando su cola como quien agita la mano para decir adiós.
En realidad no sabemos si era siempre la misma ballena o eran dos. Nos queda la duda.
Era una ballena jorobada (Megaptera novaeangliae).
Otra ballena, esta vez es una ballena de Minke (Balaenoptera acutorostrata). Es más tímida que su prima de antes y no se deja acercar tanto.
Siempre deja una distancia prudencial entre ella y el barco pero podemos verla bien y le hacemos fotos. Mientras tanto Sorana se ha puesto un mono de cuerpo entero para protegerse del frío.
Siempre deja una distancia prudencial entre ella y el barco pero podemos verla bien y le hacemos fotos. Mientras tanto Sorana se ha puesto un mono de cuerpo entero para protegerse del frío.
Después de un café en un café-pub en el puerto conducimos de vuelta a Myvatn.
Al llegar al camping el cielo está despejado y divisamos el gigantesco cráter explosivo de Hverfjall.
Cocinamos, cenamos y volvemos al balneario. Está lloviendo cuando bajamos del coche. ¡Ummmmm! Que calorcito mas agradable dentro del agua.
A la vuelta nos damos cuenta que sale vapor del suelo por todas partes. La lluvia se evapora rápidamente porque ...
¡ Todo el suelo esta caliente en esta región ! La lava no debe de estar lejos bajo nuestros pies.
¿ Y si hace? ¡ Bummm !
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